jueves, 19 de marzo de 2009

Testimonio



Levantarse pronto notando aún la tibieza de tu cuerpo.


Y tu cuerpo a kilómetros de distancia.




Lavarse los dientes recordando el sabor de tus besos.


Y nunca me has besado.




Recogerse el pelo añorando tu gesto de rizarte un rizo mientras hablas conmigo.


Y jamás estuve presente mientras hacías eso.




Pasarme el rímel por las pestañas, el brillo en los labios, arreglándome para ti.


Y hoy no vamos a vernos.




Darme cuenta que me enamoré antes de aprender a pronunciar tu nombre.


Y sonreir.

Tomado del blog de Ea!